miércoles, 24 de junio de 2009

Me prometí a mi misma que cuando lo fuera a visitar, le iba a hablar, lo iba a acariciar y a dar un abrazo.
Empezar a extrañarlo fue el primer encuentro. De eso me doy cuenta ahora, por supuesto.
Y es que cuando extrañas a alguien, lo que se te representa en la mente no es la persona tal cual es, sino la persona que vos queres que sea. En tu imaginación, le podes hacer decir todo lo que tenes ganas de escuchar. Te juro. Y si de repente se te cruza una imagen que no te gusta.. chau. A otra cosa. La borras y seguis adelante con los pensamientos, o abrís los ojos. Por que esa es la ventaja, que en tu cabeza no solo podes agregarle cosas a una persona, sino también borrarle. Borrarla.
Que queres? Tengo tanto miedo de que te vallas. De que entre la que vos pensabas y la que soy halla tanta diferencia..
Las visitas - Silvia Schujer.

martes, 9 de junio de 2009

Words are flying out like
endless rain into a paper cup
They slither while they pass
They slip away across the universe
Pools of sorrow waves of joy
are drifting thorough my open mind
Possessing and caressing me
Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Images of broken light which
dance before me like a million eyes
That call me on and on across the universe
Thoughts meander like a
restless wind inside a letter box
they tumble blindly as
they make their way across the universe
Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Sounds of laughter shades of life
are ringing through my open ears
exciting and inviting me
Limitless undying love which
shines around me like a million suns
It calls me on and on across the universe
Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Jai guru deva
Jai guru deva
The Beatles - Across The Universe

miércoles, 3 de junio de 2009

Sé que un día llegué a París, sé que estuve un tiempo viviendo de prestado, haciendo lo que otros hacen y viendo lo que otros ven. Sé que salías de un café de la rue du Cherche-Midi y que nos hablamos. Esa tarde todo anduvo mal, porque mis costumbres argentinas me prohibían cruzar continuamente de una vereda a otra para mirar las cosas más insignificantes en las vitrinas apenas iluminadas de unas calles que ya no recuerdo. Entonces te seguía de mala gana, encontrándote petulante y malcriada, hasta que te cansaste de no estar cansada y nos metíamos en un café del Boul Mich y de golpe, entre dos medialunas, me contaste un gran pedazo de tu vida..
Cómo podía yo sospechar que aquello que parecía tan mentira era verdadero?, un Figari con violetas de anochecer, con caras lívidas, con hambre y golpes en los rincones. Más tarde te creí, más tarde hubo razones, hubo madame Leonie que mirándome la mano que había dormido con tus senos me repitió casi tus mismas palabras. "Ella sufre en alguna parte. Siempre ha sufrido. Es muy alegre, adora el amarillo, su pájaro es el mirlo, su hora la noche, su puente el Pont des Arts." (Una pinaza color borra vino, Maga, y por qué no nos habremos ido en ella cuando todavía era tiempo..?)
Y mirá que apenas nos conocíamos y ya la vida urdía lo necesario para desencontrarnos minuciosamente... Como no sabías disimular me di cuenta en seguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos, y entonces primero cosas como estrellas amarillas (moviéndose en una jalea de terciopelo), luego saltos rojos del humor y de las horas, ingreso paulatino en un mundo - Maga que era la torpeza y la confusión pero también helechos con la firma de la arena Klee, el circo Miró, los espejos de ceniza Vieira da Silva, un mundo donde te movías como un caballo de ajedrez que se moviera como una torre que se moviera como un alfil...
Julio Cortázar- Rayuela




Recuerdo perfectamente aquel abril que contaba las horas de un amor sin porvenir... Era frío y volaban algunos pájaros en señal de alerta. Ellos ya sabían lo que se vendría. Conocían el final...
Había clérigos en cada esquina de rodillas pidiendo perdón. Nunca entendí porqué un milagro debía de ser tan cruel sin alguna razón. O quizás fue nuestro pecado lo más cruel. Vaya uno a saber...
Decaída me levanté del suelo, no voy a decir que no lloré, pero lamentandome siempre me pregunté si era correcto desparramar lágrimas sobre su acolchado de vainilla o su alfombra de miel. Y mientras un carnaval de ingenuos sonreían suspicaces, casi con odio, insultaban a aquella pareja que no conocía el final. Pensé que no era suficiente empezar a empacar, voltié para saludarlo y el ya no estaba ahí.. En realidad si estaba allí parado, pero ausente.. estaba estancado en la impotencia, en cuerpo y alma, de saber que había desgarrado a un corazón y que eso problamente no tuviera perdón. Cerré los ojos e imaginé cómo decir 'adiós', no supe cómo actuar. Mi garganta se cerró. Miré a mi alrededor, y vi tantos recuerdos que se alejaban, y que se congelaban en el tiempo, en aquella imagen que cada vez que cierro los ojos recuerdo. Pude quedarme un rato más, pero decidí huir. Era algo que no tenía salvación. Se hundía el barco y era yo quien naufragaba en lo profundo del mar. Cerré la puerta de la habitación, saboteada por la confusíon y el temor. Y es el día de hoy, que recuerdo claramente aquella lamentada noche de abril. Donde por fin conocí el final. Donde entendí que el milagro no es eterno. Y que hay demonios que se alimentan de mi dolor. Por alguna razón no me puedo olvidar. Intento no recordar, pero me desespera no saber, si aquella noche el lloró más que yo. Si el dolor es sólo un castigo o una lección. Ahora se que no es superficial, y que en realidad si manda mi corazón. No hay dirección si me das libertad de elección. No hay vacios ni universos disponibles, no hay alrededor. No hay lugar en el mundo que no se sienta lo que en este lugar siento yo...El me dirá que no quiere palomas blancas volando sobre amores muertos en vida. No tirará flores al mar ante un corazón abandonado o perdido. El pensará que la confusión es solo un paso previo para la salvación, para la pérdida de responsabilidad, para la emancipación. Pero el no podrá mentir nunca más. Porque en su corazón, todavía hay amor. Lo se, no tengo manera de comprobarlo.. pero la señal de los pajaros volando sobre la cruz de la catedral, la caída de las hojas de este otoño en soledad, o la pura y silenciosa intuición, hacen de mi opinión una verdad de la que no me puedo escapar..

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